Según el artículo “Three Observations” de Sam Altman, estamos en un punto de inflexión en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Altman nos invita a reflexionar sobre cómo la IA, en particular la tan anticipada AGI (Inteligencia Artificial General), transformará radicalmente nuestra sociedad en las próximas décadas. Aunque los conceptos pueden sonar técnicos, el mensaje es claro: la revolución digital ya está en marcha y sus efectos se sentirán en cada rincón de nuestra vida.

La Llegada de la AGI: ¿Un Cambio de Paradigma?
Altman introduce el concepto de AGI, una inteligencia capaz de abordar problemas complejos en múltiples disciplinas, a la par de lo que hace el ser humano. Se prevé que para el 2027 ya podríamos contar con sistemas dotados de capacidades generalizadas que, al igual que cada generación tecnológica (electricidad, transistores, computadoras, internet), serán el motor de cambios transformadores, hasta 10 veces mayores que los de las innovaciones previas. Mientras muchos siguen inmersos en sus preocupaciones cotidianas, este cambio disruptivo se está gestando a gran escala.
¿Realmente estamos tan cerca?
Como ya comenté en mi artículo anterior ¿Pueden las máquinas realmente pensar como un ser humano o esto es solo una ilusión? Melanie Mitchell, en su libro “Inteligencia Artificial: Guía para Seres Pensantes”, inspirada por las ideas de Douglas Hofstadter, cuestiona no solo la inminencia de la AGI, sino también la posibilidad de alcanzar una inteligencia verdaderamente general sin la capacidad de aprender y experimentar el mundo desde una perspectiva humana.

A pesar de los impresionantes avances en potencia y escalabilidad, la inteligencia artificial aún se encuentra lejos de replicar la complejidad del pensamiento humano, que involucra intuición, contexto y un entendimiento holístico del mundo. Esta perspectiva nos recuerda que, aunque la inversión en recursos pueda impulsar ciertos aspectos de la IA, la verdadera emulación de la inteligencia humana podría requerir avances mucho más profundos y disruptivos.
Esto está íntimamente ligado a tener un cuerpo que interactúe con el entorno, perciba, sienta y se adapte de forma física y emocional. Esta limitación sugiere que, aunque los avances en procesamiento y algoritmos puedan acercarnos a replicar ciertos aspectos del razonamiento humano, la ausencia de una experiencia sensorial y corporal podría ser un obstáculo crucial para lograr una AGI que entienda e interactúe con el mundo de manera integral, tal como lo hace un ser humano.

Tres Observaciones Claves sobre el Futuro de la IA
1. La Inteligencia de los Modelos Crece con los Recursos
Altman destaca que la capacidad de un modelo de IA se incrementa de forma logarítmica en función de los recursos invertidos en su entrenamiento y ejecución. En otras palabras, a mayor inversión en cómputo, datos y energía, mayor será la inteligencia que podemos alcanzar. Empresas como OpenAI y Microsoft están destinando cientos de miles de millones de dólares para potenciar estos desarrollos. Proyectos ambiciosos, como el centro de datos Stargate, buscan llevar la infraestructura a niveles sin precedentes para maximizar el rendimiento de la IA.
Esto podría contradecirse con el desarrollo de otros modelos como DeepSeek del que os hablé recientemente, en el que vimos como la empresa china que lo desarrolló, logró entrenar el modelo con un presupuesto a priori bastante limitado.
¿ Crees que debemos replantear la forma en que se distribuyen los recursos en I+D para que estos avances sean un beneficio real y amplio para la sociedad?
2. La Reducción Exponencial del Coste de la IA
Uno de los puntos más sorprendentes es la rápida disminución del coste de uso de la IA, que se reduce hasta 10 veces cada 12 meses. Para ponerlo en perspectiva, el coste por token en modelos como GPT-4 ha caído de forma espectacular, hasta 150 veces en ciertos periodos, superando con creces la Ley de Moore. Esto implica que la IA se volverá cada vez más accesible, permitiendo que individuos y empresas de todos los tamaños puedan aprovechar sus beneficios.
¿Cómo crees que esta drástica reducción en costes cambiará la competitividad en tu sector o negocio?
3. El Valor Socioeconómico de la IA Crece de Manera Exponencial
A medida que la IA se abarata y se expande, su impacto en la productividad y en el valor económico se multiplica de forma exponencial. Imagina un futuro donde cada persona, apoyada por asistentes virtuales que operan 24/7 sin pausa, pueda lograr más impacto que las figuras más influyentes de la actualidad. Este crecimiento transformador no solo revolucionará industrias enteras, sino que redefinirá la forma en que concebimos el trabajo y la colaboración.
¿Podría la democratización del acceso a la IA ser el gran igualador que permita a todos alcanzar niveles de productividad sin precedentes?

Impacto en el Trabajo, la Economía y la Sociedad
La llegada de la AGI promete cambiar radicalmente no solo la forma en que trabajamos, sino también la estructura misma de la economía. Visualicemos un escenario en el que “colegas virtuales” gestionen millones de tareas simultáneamente, creando una economía que opera ininterrumpidamente, sin errores humanos ni pausas. Sin embargo, estos avances también plantean desafíos significativos: la desigualdad entre sectores beneficiados y aquellos que podrían quedar rezagados, así como el riesgo de que la IA sea utilizada para fines autoritarios, como la vigilancia masiva. Este es un tema que ya hemos comentado en innumerables contenidos y , en mi opinión, supone una amenaza muy real.
Altman propone un modelo disruptivo: el “Universal Basic Compute (UBC)”, una especie de renta básica digital que asegure a cada individuo un acceso mínimo a la capacidad de cómputo necesaria para impulsar su trabajo, investigación y creatividad.
Hacia un Futuro Ineludible
La visión de Sam Altman es contundente: en menos de una década, nuestra realidad cambiará de forma irreversible. La IA, con su crecimiento exponencial y su capacidad de abaratarse, se convertirá en una herramienta omnipresente que redefinirá la productividad, la creatividad y la forma en que nos relacionamos con el mundo. La clave estará en adaptarnos desde hoy, aprendiendo y utilizando las nuevas herramientas tecnológicas para no quedar rezagados en un entorno cada vez más.
Os dejo con un contenido muy interesante relacionado con este mismo tema generado por AIGRID. No os lo perdáis.
La revolución de la IA no es una amenaza distante; es una oportunidad para reinventar nuestro futuro. ¿Estás listo para formar parte de este cambio?
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¡Buena semana!