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Adiós a Nvidia: OpenAI diseña sus propios chips para revolucionar la IA

Imagina que construyes una casa increíble, pero cada vez que necesitas herramientas, tienes que alquilárselas al vecino. Y si él sube los precios, o no tiene lo que necesitas… te quedas esperando. Algo parecido le pasaba a OpenAI. Aunque desarrollaba algunos de los modelos de inteligencia artificial más potentes del mundo, dependía casi por completo de un solo proveedor para el “hardware” que los hacía funcionar: Nvidia.

Pero eso está a punto de cambiar…

Chips a medida: la jugada maestra de OpenAI

OpenAI acaba de anunciar una alianza estratégica con Broadcom, uno de los gigantes mundiales en fabricación de semiconductores, para crear sus propios chips personalizados de inteligencia artificial. Sí, sus propias herramientas.

El plan es ambicioso: desarrollar e implementar 10 gigavatios de capacidad de cómputo en los próximos años, una cifra que supera por mucho todo lo que OpenAI tiene hoy en marcha. Para que te hagas una idea, es como alimentar el consumo eléctrico de más de 8 millones de hogares en EE.UU. Es una auténtica central energética dedicada a la inteligencia artificial.

Y lo más interesante: estos chips, conocidos como XPU, estarán diseñados por OpenAI según sus propias necesidades, y fabricados por Broadcom. Es como si Apple decidiera no usar procesadores Intel y, en su lugar, diseñara los suyos propios — como ya hace con sus chips M1 y M2. Lo que logra es control, eficiencia y libertad.

Broadcom’s 3.5D XDSiP
Source: Broadcom

¿Por qué esto es tan importante?

Hasta ahora, la mayoría de los modelos de IA (como ChatGPT) funcionaban con GPU de Nvidia, el líder indiscutible en este tipo de chips. Pero esa dependencia tiene un coste:

  • Escasez: Las GPU de Nvidia son difíciles de conseguir por la altísima demanda.

  • Precio: Son carísimas. Esto eleva los costes de entrenar y mantener modelos de IA.

  • Ritmo impuesto: Depender de un solo proveedor significa ajustar tus planes a sus tiempos, avances y prioridades.

OpenAI se dio cuenta de que si quiere llevar la IA a otro nivel —más rápida, más barata y más accesible— necesita controlar más partes del proceso. Diseñar su propio hardware es un paso lógico (y estratégico) en esa dirección.

¿Qué gana OpenAI con esta alianza?

  • Independencia tecnológica: Al diseñar sus propios chips, OpenAI puede liberarse de la hoja de ruta de Nvidia. Ya no tiene que esperar a que salgan nuevos modelos o depender de los precios del mercado.

  • Eficiencia personalizada: Los nuevos chips estarán optimizados exclusivamente para los modelos de OpenAI. Eso significa que tareas como generar una respuesta en ChatGPT podrían ser más rápidas y consumir menos energía.

  • Costes a la baja: Según los expertos, gran parte del gasto en centros de datos proviene de los chips. Al fabricar sus propios aceleradores, OpenAI podría reducir estos costes significativamente.

  • Capacidad a gran escala: 10 gigavatios no es solo una cifra enorme —es una apuesta de futuro. Significa que OpenAI se está preparando para una explosión en la demanda de IA, tanto para entrenamiento como para inferencia (la parte que usamos tú y yo al hacerle una pregunta a ChatGPT).

broadcom chip

¿Y Nvidia? ¿Pierde terreno?

No necesariamente, al menos por ahora. Nvidia sigue siendo un actor dominante y todavía suministrará a OpenAI parte de su capacidad futura. De hecho, se estima que Nvidia invertirá hasta 100 mil millones de dólares en infraestructura compartida con OpenAI.

Pero el mensaje está claro: la exclusividad se acabó.

OpenAI, como Google, Amazon o Apple antes, entiende que el futuro de la tecnología pasa por tener control sobre cada parte crítica de su sistema. Y el chip —el “cerebro” de la IA— es demasiado importante como para dejarlo en manos de otro.

¿Qué significa esto para el futuro de la IA?

Este movimiento marca un punto de inflexión. Al igual que las grandes tecnológicas pasaron de usar servidores ajenos a construir sus propios centros de datos, ahora estamos viendo una transición hacia un hardware de IA personalizado.

En otras palabras: si antes la competencia estaba en los algoritmos y los modelos, ahora también está en los chips.

La alianza con Broadcom es solo el comienzo. OpenAI también ha cerrado acuerdos con AMD y sigue trabajando con Nvidia. Pero la estrategia es clara: diversificar, escalar y optimizar.

La inteligencia artificial no es solo software. Es una carrera por el control de la infraestructura. Y OpenAI, al diseñar sus propios chips con Broadcom, está construyendo la autopista por la que correrán sus futuros modelos.

¿El objetivo? IA más potente, más rápida, más barata y, sobre todo, más independiente.

¿Cómo crees que cambiará nuestra vida diaria cuando esta nueva generación de IA esté disponible de forma masiva?

¡Buena semana!

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