Al hilo de varios artículos que he leído hace algunos días en medios digitales y algunas reflexiones personales que hace algún tiempo me venía planteando, creía interesante escribir un post acerca del peligro de comprometer nuestra seguridad incluyendo nuestra geo-localización en entradas de Twitter o utilidades como Google Latitude o FourSquare.
No quisiera dar ideas a mentes perversas pero si es necesario tener en cuenta las implicaciones de que se conozca públicamente dónde estamos y el tiempo que estamos y encima nosotros mismos no seamos conscientes de lo que estamos haciendo.
Tanto es así que en PleaseRobme aparecen listados usuarios de Twitter que están fuera de sus casas. En este sitio web alertan de la facilidad de generar aplicaciones en las que se pueda acceder a casas «vacías» porqué sus duesños se encuentran en otro lugar.
Como decía el artículo de ITPro redactado por Davey Winder:
«Seriamente, pondrías un anuncio en un periódico local diciendo ‘Dejaré mi casa mañana a las 10:00 de la mañana y estaré fuera sobre unas tres horas’ o algo así?»
Claramente la respuesta es NO aún siendo innumerables los casos de gente que lo hace en el equivalente online bajo el pretexto de ser mas sociales o jugar a algún juego.
Soy un convencido no obstante que en un entorno más controlado, con gente en la que confíes, la geolocalización permitirá interesantes interacciones sociales.
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Me parece una advertencia muy oportuna que hay que tener en cuenta.
El problema con las nuevas tecnologías es que nos «permiten» hacer cosas que no «deberíamos» hacer. O, al menos, no «tenemos por qué» hacer.
Twitter, Facebook, Tuenti… creo que aún no sabemos usarlas «bien», como ocurría al principio con los móviles.
O les pasa a mucha gente con la Blackberry y el correo instántaneo.
¿Liberación o esclavitud?
Depende de cómo lo uses.
Efectivamente Fernando. La máxima en todo esto debería ser «No hagas en el ámbito virtual o electrónico lo que no harías en tu vida normal».
Se trata de canales muy recientes y sobre los que estamos experimentando todavía.